Reproduzco a continuación el mensaje que recibimos de Felix Monti cuando nos disponíamos a comenzar el rodaje de Buscando a Tabernero, con el objeto de que alguno de sus recuerdos puedan servir a futuros biógrafos de uno u otro.
Estimado Eduardo,
Una sorpresa y alegría saber de su preocupación por Don Pablo, como era para nosotros.
Lo conocí en 1954 durante la filmación de La Quintrala en los estudio San Miguel, todo fue en mi camino una serie de encuentros casuales. yo tenía 16 años y llegue al estudio buscando a un escenógrafo, con el que quería estudiar, era Saulo Benavente, el no estaba ni tenía porque
estar, el escenógrafo en esa producción era Gori Muñoz, teniendo el permiso para estar en la filmación me quede en el set.
Se filmaba una escena de un terremoto, los escenarios de una calle estaban montado en carros y al separase se abría una grieta y caían paredes y gente corría desesperada, sobre ellos una para mi, infinita cantidad de proyectores, creaban una lluvia de luces, y los envolvía como un vapor, hombres y animales todos seguían esa “coreografía” y dirigiendo todo un hombre, con una visera de jugador de póker, sobre sus ojos, era el que construía todo esa desconstrucción era para mí como un Apolo dirigiendo su mundo. Era Tabernero, solo pensé acercarme a él. Después hablando supe que todo ese caos, estaba construido plano a plano punto a punto, controlando su fuerza, su tiempo, nada era como lo viví, accidental o espontáneo, era sí un caos pero construido. Desde esa tarde trate a pesar de mi terrible timidez acercarme a su mundo y olvide mi primera intención de ser escenógrafo, lo que quería y necesita era la luz el mago era Tabernero.
No tuve la suerte de estar oficialmente en su equipo, motivos sindicales que seria largo explicar, luego de La Quintrala Tabernero filma La Dama del Mar con Soffici con el que había filmado Prisioneros de la Tierra una de las películas más importantes del cine argentino. Yo solo fui un testigo desde bastidores en ese drama de Ibsen.
Luego vinieron los cursos, las conversaciones, Tabernero debe dejar de filmar y es nombrado jefe técnico de los laboratorios Alex.ahi fueron nuestros encuentros, el tenía su oficina entrando por un pasillo y en su oficina pequeña, pero con todo, las tiras de control de revelado, el densitómetro y mis limites, yo era un “artista” y mi conocimiento de matemática, física, química eran nulos, yo luchaba con los log. En las lecturas de los gráficos sensitométricos, Tabernero era un científico.
En ese mundo su principal discípulo fue Ricardo Aronovich.
Yo me escondía en mi timidez y mi ignorancia, llegaba a veces a la puerta de la oficina y
escuchaba la vos de Ricardo y me volvía sobre mis pasos, cuando nos encontrábamos, siempre solos, le llevaba las tiras de negativo de mis trabajos y lo enlisaba juntando la critica técnica y
estética. Le debo mucho, le debo todo.
Un abrazo,
Felix Monti, Buenos Aires 10 de diciembre de 2017
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